¿Cómo puedo meditar?
- YPL
- 30 ene 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 17 feb 2018

La meditación es una de las mejores herramientas que existen para alcanzar el estado de calma y paz… y lo mejor, funciona para los que son nerviosos, los que no creen que puedan hacer un stop a su rutina, los que sufren de ansiedad, depresión, a los que se les dificulta concentrarse… pero por experiencia sabemos que iniciar una práctica de meditación en la que podamos sentirnos relajados puede llegar a ser frustrante.
¿Cómo dejo de pensar? ¿Se supone que debo dejar la mente en blanco? ¿Cuánto tiempo debo estar así? ¿Cuándo podré abrir los ojos? ¿Todos estarán haciendo lo mismo? Espero no quedarme dormido… y cualquier cantidad de ideas y pensamientos pueden cruzar por nuestra mente desde el primer momento en que cerramos los ojos.
Lo cierto es que hay mil y una técnicas de meditación, pasivas, dinámicas, catárticas… tantas como personas y necesidades, por lo que es conveniente que cada uno pruebe la que mejor se ajuste. Puedes iniciar con un grupo o crear tu dinámica en casa; pero siempre es buena idea buscar un guía al principio ya que a veces podemos sentir agitación, preocupación… es completamente normal; es parte del proceso del “soltar la mente”, de comenzar a dejar de prestarle atención.
Tips, tips, tips...
Para comenzar, de uno a cinco minutos son suficientes y a medida que vas practicando y sintiéndote más cómodo, sumas minutos hasta llegar a 30, 40 minutos o una hora (ideal!)… Si realizas práctica de yoga, puedes incorporar unos 10 o 15 minutos, antes o después de la secuencia.
Apaga tu teléfono celular, aléjate de cualquier distracción (cuando tengas tiempo practicando, créenos, nada te perturbará). Puedes sentarte en una silla o el suelo, en una postura cómoda pero intenta no acostarte o podrías quedarte dormido.
Cierra tus ojos para que conectes completamente contigo mismo. Relaja el cuello y hombros y comienza a enfocar toda tu atención a la respiración. Inhala y exhala continuamente… esto ayudará a evadir los pensamientos que surjan. También ayuda repetir un mantra, visualizar un objeto, caminar o concentrarte en un punto específico del cuerpo.
Es aconsejable meditar en la mañana o en la noche. Y de ser viable, hacerlo a la misma hora.
Poco a poco verás cómo vas incorporando tu meditación a todas las actividades que realizas… al cepillarte los dientes, preparar la comida, desayunar, almorzar, cenar… al limpiar tu hogar, al bañarte, al tomar el transporte. Lograrás llevar contigo esa sensación de calma y bienestar a todas partes... ¡al hacerte consciente de la respiración todo es posible!
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